Todos quienes han hecho dietas o han intentado mejorar sus hábitos alimenticios y de actividad física, saben que si su entorno cercano no lo hace o no lo valora, el camino se pone cuesta arriba. ¡Qué hablar si se trata de tu pareja! Por eso tenemos 10 consejos para sumarla a tu cruzada por mejorar tu salud.
“Dime con quién andas y te diré quién eres”, dice el famoso refrán, y es bastante cierto. Los estilos de vida se transmiten entre los círculos cercanos, sobre todo entre parejas. De nada sirve que uno de los dos se esfuerce por mejorar su alimentación, hacer más deporte, dejar el cigarro o reducir el alcohol, si los panoramas favoritos del partner siempre incluyen lo que el otro intenta dejar.
La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad comprobó mediante una investigación que las personas pueden aumentar una media de 4,5 kgs. desde el periodo de enamoramiento hasta que se consolida la relación. De acuerdo a esto, se estima que cuando un miembro de la pareja gana peso, la posibilidad de que el otro también lo haga aumenta en un 37%.
Asimismo, investigadores de la University College of London observaron que el 50% de los participantes de un estudio que realizaron, lograban cambios saludables en su estilo de vida cuando lo hacían junto a su compañero, mientras que los que no contaban con éste, lo lograban sólo en un 17%. Entonces, el desafío es, sin dejar de respetar las diferencias, motivarse a mejorar en conjunto. Para eso, tenemos algunos consejos:
- Plantearse sus objetivos mutuamente. Como todos somos diferentes, lo más probable es que las metas personales también lo sean. Por lo tanto, identifiquen qué es a lo que quiere llegar cada uno para obtener la “mejor versión de sí mismo”, de manera que puedan apoyarse, empatizar y motivarse el uno al otro. Sus requerimientos nutricionales serán individuales, pero sin duda podrán llegar a puntos en común, como la frecuencia de las comidas, por ejemplo.
- Piensen en los beneficios de su desafío. Para motivarse es positivo pensar en las cosas que podrán hacer o mejorarán, tanto de forma independiente, como en conjunto.
- Hablen sobre sus fortalezas y debilidades para lograr su objetivo. Es bueno que sepan qué es lo que más y menos les cuesta, para que puedan ayudarse a evitar las “caídas” y potenciar los logros.
- Utilicen refuerzos positivos y negativos. Para hacer el proceso más entretenido, pueden premiarse cuando lleguen a pequeñas metas, pero idealmente no con comida o algo que implique ir en contra de sus propósitos. Puede ser un panorama diferente, comprar algo que deseaban, etc. Asimismo, cuando uno se salga de la dieta o no cumpla con ciertos hábitos, podría tener una lúdica sanción a definir entre ambos.
- Deporte en pareja. Busquen actividades que los motiven a ambos, para que puedan lograr cierta periodicidad en la práctica, o bien, tengan variedad para ir cambiando, sin dejar de estar activos. Salir a bailar, andar en bicicleta, hacer trekking, nadar, patinar, correr, ir al gym, son algunas ideas.
- Paseos con snacks saludables. Cuando tengan actividades juntos, lleven alguna colación que puedan compartir, por si es que en el lugar no hay algo acorde a sus dietas. Los frutos secos, fruta o barritas de cereal, son prácticas opciones.
- Vayan juntos al supermercado. Al compartir esta labor, pueden colaborarse mutuamente en medir los alimentos menos saludables o aportar ideas que contribuyan a su plan.
- Cocinen juntos. En vez de obligar a tu pareja a que coma sano, tomen la cocina como un panorama. Busquen recetas que les interesen y prepárenlas. Te sorprenderás de lo entretenido que puede llegar a ser, y no te darás ni cuenta, cuando ya estén pensando en los nuevos platos e ingredientes para la próxima ocasión.
- Motivarse el uno al otro. Es fundamental que se apoyen, entiendan e incentiven, que celebren sus logros y no que se conviertan en un policía personal, atento a cualquier infracción. Recuerden que si quieren cambios para la vida, se considera una “carrera” de resistencia, más que velocidad.
- “Predica” con el ejemplo. Finalmente, la mejor forma que tienes para motivar al otro es mediante tu propia experiencia. Él o ella, no querrán quedarse atrás y se sumarán a eso que te hace tan bien.
Disfruten del camino a su proyecto de vida saludable, así se les hará más agradable el avance y disfrutarán más al conseguir sus objetivos y compartirlos.