La Organización Mundial de la Salud recomienda la leche materna como alimentación exclusiva del bebé hasta los seis meses y como complementaria hasta los dos años. Para que el pequeño reciba todos los nutrientes que vaya necesitando, los especialistas señalan que a los 6 meses se debe comenzar a introducir alimentos sólidos para complementar la lactancia materna.
Para este cambio de alimentación una de las modalidades que cada vez está ganando más adeptos es el Baby Led Weaning (BLW) o “alimentación autorregulada de los bebés”, como un método de alimentación complementaria con la leche materna.
La enfermera y consejera de lactancia, Gill Rapley, fue la creadora del método Baby Led Weaning, el cual se basa en iniciar la alimentación complementaria sin pasar por la etapa de papillas, sino que inmediatamente ofrecerle al niño alimentos sólidos, dejándolo comer con sus manos sin la ayuda de un adulto y dejar que vaya descubriendo solo las texturas y sabores de los alimentos.
Para saber si nuestro bebé ya se encuentra preparado para comenzar a alimentarse con el método BLW debe mostrar las señales de desarrollo motor adecuadas: que se mantenga sentado sin apoyo; que tenga la coordinación ojos, manos y boca para mirar al alimento, cogerlo con las manos y llevárselo a la boca; que haya perdido el reflejo de extrusión y debe mostrar interés por los alimentos.
¿Cómo se lleva a cabo el BLW?
Gill Rapley en su libro “El niño ya come solo” entrega los siguientes consejos para comenzar con el BLW:
1.- Sentar al bebé erguido frente a la mesa, comprobando que su postura es estable y que puede utilizar las manos y los brazos libremente.
2.- No hay que darle directamente la comida al niño, si no que ofrecérsela. Se pueden poner los alimentos en un plato frente al bebé o dejarlo que los tome de tu mano, pero debe ser él quien decida qué alimento quiere comer.
3.- Hay que tener en cuenta que a los 6 meses los bebés todavía no hacen la unión del pulgar con el índice (pinza inteligente), por lo que cogen los alimentos con la presión palmar. Por ello, primero le daremos alimentos blandos en trozos grandes (algo más que su puño) que pueda ir chupando. Comienza con comidas que sean fáciles de tomar con los dedos o masticarse con las encías, siendo lo mejor al principio cortar los alimentos en palitos o tiras.
4.- Lo ideal es incluir al bebé en las comidas familiares, ofreciéndole la misma comida que la familia esté comiendo –siempre y cuando sea saludable- de manera que pueda imitar a los adultos.
Todo tipo de alimentos se pueden dar al pequeño desde un inicio, no recomendándose ofrecerle lácteos, sino solo leche materna o su fórmula. Incluso se pueden hacer preparaciones con la misma leche materna como helados o yogurt casero, siempre sin sal y sin azúcar.
Es muy importante ofrecerle los alimentos potencialmente alérgicos (frutos secos en formato mantequillas, huevo, pescados, mariscos, palta, etc.) de uno en uno, para dar cuenta de si el bebé presenta alguna reacción ante su consumo.
5.- Al momento de comer, también se le debe ofrecer agua para que pueda beber, preferentemente entre las comidas.
6.- No se le debe meter comida en la boca ni obligarlo a comer más de lo que quiere. Se trata de que el niño elija lo que quiere comer y cuánto. La hora de la comida en un principio es un momento aprendizaje y diversión para él.
7.- Finalmente, sigue ofreciéndole el pecho o la mamadera como siempre, ya que la leche es la principal fuente nutricional del bebé hasta que tiene un año. Cuando el bebé sienta que necesita menos leche, disminuirá por sí mismo la cantidad de veces que toma.
Grandes inquietudes
En líneas generales hay dos grandes preocupaciones que presentan los padres sobre aplicar el método BLW. La primera es cómo saber si el niño está comiendo lo suficiente y la segunda es el miedo de si su hijo se atragantará comiendo de esta manera.
En primer lugar debemos saber que el bebé desde que nace está mediado hormonalmente con las señales de hambre y saciedad. Si tiene hambre buscará tomar pecho y cuando se siente satisfecho, él solo deja de tomar.
Lo mismo ocurre cuando el niño comienza con la alimentación complementaria. En esta etapa, siguiendo el método BLW, nuestra responsabilidad es simplemente la de ofrecerle variedad de alimentos saludables varias veces al día. En forma instintiva si siente hambre comerá más y viceversa, y, de la misma forma, pedirá más o menos pecho de su madre.
Al comenzar con el BLW los niños comen muy poca cantidad y más que nada juegan experimentando los sabores y texturas de los alimentos. Pero no hay que preocuparse, ya que no hay que olvidar de que se trata de una etapa de alimentación complementaria, por lo que precisamente a esa edad el momento de la comida tiene un objetivo educacional más que nutricional, ya que sus necesidades alimenticias están cubiertas por la lactancia materna o fórmula, la cual es a libre demanda.
En segundo lugar, uno de los grandes miedos de los padres es la posibilidad de que su hijo se atragante con algún alimento. Según las estadísticas, las posibilidades de atragantarse utilizando el BLW son las mismas que con otro tipo de métodos.
Además, resulta fundamental seguir ciertas pautas de acción que asegurarán que el método no represente un riesgo para el bebé. Lo primero es que el niño debe estar acompañado por un adulto en todo momento mientras se alimenta solo.
La alimentación complementaria se debe iniciar ofreciéndole al pequeño alimentos fáciles de masticar; lo mejor es que las verduras sean presentadas en cortes largos tipo bastón; los cortes redondos están prohibidos; las carnes deben ofrecérseles picadas en pedazos muy pequeños y bien cocinadas para que estén muy blandas, idealmente en formato de hamburguesa casera al igual que las legumbres, y los frutos secos solo se pueden dar en forma de mantequilla hasta los 3 años.
Finalmente, para que los padres se sientan más tranquilos, se recomienda tener conocimiento sobre alguna técnica para tratar una asfixia, como la maniobra de Heimlich, siendo lo ideal poder tomar un curso de primeros auxilios antes de comenzar con cualquier método de alimentación.