Para muchas personas dormir es uno de los mayores placeres de la vida. Sin embargo, no sólo genera una sensación reconfortante, sino que se trata de una actividad necesaria e indispensable para que podamos rendir de forma óptima en nuestras actividades diarias. O, por el contrario, la falta de sueño podría provocar algunos inconvenientes en nuestra salud.
Los especialistas recomiendan entre 7 a 8 horas de sueño para un adulto, para poder alcanzar esa sensación de “descanso”, en el que no sólo nuestro cuerpo mantiene reposo, sino también nuestro cerebro aprovecha de “desconectarse” y recuperarse.
De hecho, dormir bien y las horas recomendadas es tan beneficioso para nuestro organismo como llevar una alimentación adecuada o practicar actividad física de forma regular. Es que no sólo se trata simplemente de descansar, sino que los beneficios del buen dormir son múltiples. Entre los principales:
● Ayuda a mantener el peso, ya que si seguimos una pauta alimenticia adecuada y la acompañamos de las horas de sueño correspondiente, se hace más propicio quemar grasas, según señaló un estudio de la Universidad de Chicago. Por el contrario, si no se duerme bien, el cuerpo está más propenso a perder masa muscular y amanecemos con más hambre, por el efecto que genera el aumento de la hormona grelina, la que nos hace sentir más hambrientos.
● El cerebro también descansa, y durante las horas de sueño más profundo logra procesar aquella información “relevante” que consumimos durante el día. Eso, a su vez, nos hace mantener nuestra memoria activa y además ayuda a generar nuevas ideas y facilita la creatividad.
● Baja las probabilidades de tener un accidente cardiovascular, gracias a que mientras dormimos el ritmo cardíaco baja, momento en que las células coronarias y algunos tejidos se regeneran.
● Nuestra piel también se ve favorecida con un descanso reponedor, ya que durante las horas de sueño, las células se oxigenan y se regeneran más fácilmente.
● La coordinación mejora, o incluso cualquier actividad psicomotriz, ya que su buena ejecución requiere necesariamente que estemos descansados. Un ejemplo de ello es cuando manejamos o realizamos algún tipo de ejercicio que implique algo de riesgo.
Éstos son algunos de los beneficios que tiene dormir de forma confortable y tener un descanso reponedor. Como ves, en caso de dormir de forma deficiente, no sólo tendrá como consecuencia “andar con sueño” al otro día. Es mucho más que eso, ya que influye en varios niveles de nuestro organismo.
En ese sentido, es recomendable tener una buena “higiene del sueño”, es decir, hacernos el hábito de ser ordenados y conscientes del tiempo que necesitamos descansar, mantener nuestro espacio para dormir en las condiciones óptimas para ello y procurar mantener una buena pauta alimenticia y ejercitarte de forma regular.