Muchas veces, antes de elegir un alimento,
nos damos cuenta que las opciones que tenemos son cada día más variadas y que
la oferta en el mercado es cada vez mayor. Por su parte, las distintas marcas
nos ofrecen un mensaje saludable diferente, o simplemente nos ofrecen lo mismo
y no sabemos cómo elegir entre un producto u otro. Es por esto que es
importante conocer el etiquetado nutricional y así poder comparar alimentos
similares entre sí, tomando la mejor decisión.
Ante esto, la primera duda que
nos surge es ¿Qué es el etiquetado nutricional?. El etiquetado nutricional es
la información sobre el contenido de nutrientes de los alimentos que se
encuentra en las etiquetas de los productos. Sus objetivos son ayudar al
consumidor en la selección de alimentos, incentivar a la industria a mejorar la
calidad nutricional de sus productos y contribuir a facilitar el comercio
alimenticio.
El etiquetado comprende 3 términos
diferentes. La declaración de propiedades
saludables, que corresponde a los mensajes que relacionan los alimentos o
sus componentes con una condición de salud; la declaración de nutrientes, que es la información sobre
el aporte de Energía, Proteínas, Hidratos de Carbono, Grasa, Vitaminas o
Minerales que contienen; y las propiedades
nutricionales, mensajes que destacan el contenido de nutrientes, fibra
dietética o colesterol de un alimento.
La información nutricional se expresa
por cada 100 gramos (gr) o 100 mililitros (ml) del producto, según corresponda,
y por porción de consumo habitual. Lo mínimo que debe aparecer en la etiqueta
es el contenido de energía, expresado en kilocalorías (kcal), proteínas, grasa
total e hidratos de carbono, expresados en gramos. En aquellos productos donde
el contenido de grasa total sea igual o mayor a 3 gr por porción, deberá
declararse además, la cantidad de ácidos grasos saturados, trans,
monoinsaturados, poliinsaturados y colesterol. Por otro lado, si se declaran
propiedades nutricionales o saludables acerca de cualquier otro nutriente, como
fibra dietética o colesterol, éste también deberá ser declarado.
Debe ser también informada la cantidad de
sodio en miligramos (mg), presente en forma natural, agregada o la sumatoria de
ambos. Si el alimento tiene igual o menos de 35 mg de sodio por porción, se
acepta su declaración en forma relativa, es decir < 35 mg.
La declaración sobre el contenido de
vitaminas y minerales se expresa en mg o microgramos (mcg) en la columna de 100
gr o 100 ml. En la columna de porción de consumo se expresa como porcentaje de
la Dosis Diaria de Referencia (DDR), que corresponde al nivel de ingesta de
nutrientes recomendable para satisfacer los requerimientos de nutrientes de una
persona adulta, normal, promedio.
Ahora bien, conociendo todo esto acerca del
etiquetado nutricional, veamos ¿Qué es lo que se considera una porción de
consumo habitual?
Una porción de consumo habitual es la cantidad de alimento
que generalmente es consumido por una persona en una oportunidad y nos sirve
principalmente para cuantificar el contenido de energía y nutrientes que aporta
el alimento consumido en esa ocasión y para comparar el valor nutritivo entre
productos similares.
Existen valores de referencia predeterminados para
determinar el tamaño de la porción de cada alimento. Si bien las empresas
definen el tamaño de las porciones de consumo de sus productos, éstos pueden
variar hasta un 30% del valor de referencia. Por lo mismo, al comparar el
etiquetado nutricional entre alimentos semejantes, es importante poner especial
atención en los tamaños de las porciones y así asegurarnos que estamos
comparando cantidades similares, considerando que el tamaño de la porción de
cada uno puede variar hasta en un 30% hacia arriba o hacia abajo, o simplemente
comparar el aporte de nutrientes contenidos en 100 gr o 100 ml.
Junto con esto, es de importancia leer el
aporte de nutrientes y descriptores nutricionales (“libre”, “bajo aporte”,
“liviano” o “reducido” en calorías, grasa, azúcar, sodio o colesterol) que
aparezcan en las etiquetas y tratar de seleccionar alimentos con “buena
fuente”, “altos” o “fortificados” en calcio, hierro, ácido fólico o fibra
dietética.
En resumen, cuando se lea el etiquetado
nutricional de un alimento fíjese en el tamaño de la porción de consumo
habitual, el aporte de energía y de nutrientes y si se incluyen descriptores
nutricionales.