Si vives en el 2018 es muy probable que sepas lo que significa congelar comidas preparadas o alimentos que quieres conservar. Hay discrepancias al respecto, pero la realidad es que hoy en día es muy frecuente, por lo que si vas a hacerlo, debes estar al tanto sobre las mejores prácticas para que tus comidas sigan siendo nutritivas y no afecten tu salud.
Aunque el ideal es poder disfrutar siempre de una comida recién preparada, la vida moderna nos ha llevado a tomar alternativas como la de congelar. Esta práctica retrasa el deterioro de los alimentos evitando el desarrollo de microorganismos (pero sin eliminarlos cuando ya existen previamente), y sin duda tiene beneficios como evitar el desperdicio, planificar y organizar mejor los menús, disfrutar preparaciones fuera de temporada, ahorrar tiempo y dinero, entre otros.
Qué y cómo congelar
Lo importante es recordar que como todos los alimentos son diferentes, no reaccionan de la misma forma ante el frío del congelador, que debiera estar a un promedio de -18º. Aunque no necesariamente se vuelvan riesgosos para la salud, hay alimentos que con la formación de cristales de hielo cambian su textura y sabor. Las formas recomendadas para hacerlo según cada clase son:
En cuanto a los platos preparados, pueden congelarse todos, salvo aquellos que contengan cremas, ya que el almidón se corta a bajas temperaturas. Lo ideal es que repartas la preparación en porciones para poder descongelar de acuerdo a lo que necesites, y que nunca llenes el recipiente hasta su límite, porque el contenido congelado tiende a expandirse.
Cuánto tiempo congelar y otras recomendaciones
Existía la teoría de que los alimentos descongelados no podían volver a congelarse. Pero se ha comprobado que no siempre es así. El consumo de un alimento que haya sido congelado dos veces no tendrá perjuicios para la salud, siempre y cuando se haya conservado la cadena de frío. Porque si estuvo durante dos horas o más a temperatura ambiente o por un tiempo menor a más a 32º, lo recomendable es no repetir el proceso.
De acuerdo a las recomendaciones de la Agencia Europea de Seguridad de los Alimentos (EFSA) y la Agencia de Seguridad Alimentaria de Estados Unidos (FSIS), ningún alimento debiera permanecer más de un año en la nevera. Además, ambas organizaciones coinciden en que los alimentos cocidos deben conservarse menos tiempo que los crudos, entregando distintos plazos a cada uno:
La idea es que mantengas el congelador a una temperatura estable, que cada alimento esté envasado o en potes individuales, idealmente de plástico, para evitar que se contaminen entre sí.
La forma correcta de descongelar es llevando el alimento primero a la zona amplia del refrigerador y luego conservarlo a temperatura ambiente hasta utilizarlo. En el caso de las carnes, lo mejor es envolverlas en plástico o en una bolsa sellada y llevarlas al agua fría, ya que ésta conduce el calor mejor que el aire, lo que ayuda a que se descongele más rápido y conservando mejor sus propiedades.
En general, siempre es mejor consumir los alimentos frescos y recurrir a la congelación solo cuando sea estrictamente necesario, sin acercarse a los plazos máximos recomendados. Cuando este proceso se lleva a cabo de la forma correcta, puedes conservar las propiedades y consistencia de los alimentos sin problemas.