Es posible que la leche se haya vuelto uno de los alimentos más “controversiales” en el último tiempo. Hay personas que cuestionan, o derechamente rechazan su consumo por diversas razones.
Por una parte, están quienes optan por dejar fuera a la leche de su dieta porque se trata de un alimento de origen animal y hay personas que por convicciones no consumen alimentos de este tipo, como es el caso de los veganos.
Por otra parte, están los intolerantes a la lactosa, es decir, quienes no pueden digerir este azúcar que se encuentra en la leche y otro tipo de lácteos, por lo tanto su consumo les trae síntomas digestivos, que en situaciones más severas puede incluir cólicos abdominales, diarrea o náuseas.
Ya sea por convicciones, o por una condición específica, hay un segmento de la población que no consume leche y, a partir de esto se han ido generando mitos en torno a los lácteos.
Lo cierto es que organismos internacionales recomiendan su consumo. De hecho la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), instauró el 1 de junio de cada año como el Día Mundial de la Leche, con el fin de promover y masificar su consumo en la población.
La leche y sus propiedades
En concreto, se ha demostrado que la leche posee diversas propiedades que son beneficiosas para el ser humano. Por ejemplo, un vaso de leche de 200 ml aporta aproximadamente un 30% de la dosis de calcio recomendada al día. También aporta dosis importantes de otros nutrientes, como potasio (11%), fósforo (20%) y proteínas.
Un vaso de leche, además, entrega al organismo otros nutrientes esenciales para su buen funcionamiento, como por ejemplo vitamina D, A, B12 y otras del complejo B (como la B2 y niancina).
En ese contexto, no solo la leche ayuda a la ganancia de estos nutrientes, los expertos también recomiendan la ingesta de sus derivados, tales como el queso y el yogurt, en cantidades apropiadas al día y de acuerdo a los requerimientos de cada persona.
Algunos mitos sobre la leche
También es cierto que existen mitos en torno a la leche y su consumo, por lo que es necesario hacer algunas precisiones:
La idea es no estigmatizar o hacer afirmaciones tan tajantes sobre un tipo de alimento, considerando que cada persona tiene características y necesidades particulares. Ante eso, siempre la recomendación será a estar bien informado y asesorado por profesionales expertos del área, que podrán darte orientación y resolver dudas al respecto.
Recuerda que una dieta bien estructurada, responde a hábitos de consumos de alimentos variados de manera sostenida en el tiempo.