Cada vez es más frecuente encontrarnos con niños que manifiestan diversos malestares debido a la alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV). De hecho, hay estudios que señalan que alrededor de un 4% de niños menores de dos años la padecen, y esta cifra podría ir en aumento.
Según el Ministerio de Salud, “la alergia a proteína de leche de vaca corresponde a un conjunto de enfermedades y síntomas que ocurren debido a una respuesta anómala del sistema inmune a la exposición a proteína de leche de vaca”.
Son manifestaciones que en algunos casos pueden aparecer en los niños de forma espontánea, ya sea minutos después de haber consumido algún alimento que contenga leche de vaca, o puede demorar algunos días o incluso semanas en mostrar algún síntoma.
Los más comunes son: urticaria, rash cutáneo, diarrea, alimentación deficiente, sangre en deposiciones, vómito, reflujo gastroesofágico, tos y/o déficit de crecimiento. En caso de que se manifieste alguno, debes llevar a tu hijo de inmediato a un especialista.
Tranquila, mamá, hay tratamiento
Si los exámenes indican que el niño efectivamente padece de APLV, su dieta cambiará drásticamente, dado que deberá quedar excluida la ingesta de leche y sus derivados. En el caso de que la madre esté amamantando a su hijo, ella también tendrá que suprimir estos alimentos.
Es importante darse el tiempo de leer las etiquetas de los alimentos envasados, ya que muchos de ellos contienen lácteos en sus preparaciones, y ni siquiera nos damos cuenta. En ese contexto, también es importante contar con la asesoría de un especialista en nutrición.
Sin embargo, es importante considerar que en el etiquetado es común encontrar diversas denominaciones para la leche, como por ejemplo: suero de leche, sólidos de leche, caseína, caseinato, lactoalbumina, lactoglobulina, proteína láctea.
Alimentos permitidos en una dieta
Pero un niño con APLV puede llevar dieta con una buena cantidad de alternativas, sin tener que pasar por las molestias provocadas por la proteína de la leche, por ejemplo:
● Lácteos: leches extensamente hidrolizadas o con mezclas de aminoácidos.
● Carne: pollo, pavo, cerdo, huevo, vacuno (según la tolerancia)
● Pan, cereales, pastas: todo los que no contengan leche, soya o caseína.
● Vegetales: cualquier verdura o preparaciones que no contenga soya, caseína o leche de vaca. Por ejemplo legumbres (arvejas, porotos, lentejas), verduras (espinaca, acelga, zapallo italiano), tubérculos (papas), raíces (zanahoria).
● Frutas: todas en estado natural, congeladas, conserva, jugos de fruta natural, o bebidas. Frutos secos.
● Aceites o grasas: margarinas sin leche, aceites vegetales 100%: de oliva, maíz, maravilla, pepa de uva.
● Dulces y postres: azúcar, miel, melaza, jarabes de maíz, jalea, gelatinas, dulces hechos en casa con ingredientes permitidos, helados de agua, tapioca, coco, marshmellows, bebidas carbonatadas.
● Misceláneas: sal, especias, hierbas, extractos, aceitunas, cabritas, bebidas descafeinadas, cocoa, sopas hechas en casa.
● Aditivos: ninguno