Principales factores de éxito en la baja de peso
Es muy común que las personas realicen dietas solo para bajar
de peso para ocasiones especiales o determinado objetivo y lo cierto es que hay “dietas” que
rayan en los extremos y por esto no funcionan.
A corto o mediano plazo ninguna dieta va a traerte resultados
positivos, si no logras hacer un cambio de hábitos. Lo típico es perder kilos,
pero una vez que se retoman las comidas que habías quitado de tu lista, se
vuelven a recuperar. ¿Por qué ocurre esto? Porque no estas eligiendo una forma
de alimentación, sino que reprimes al organismo continuamente solo por metas
momentáneas, le mandas señales erróneas a tu cerebro y
metabolismo y no sigues una estrategia perdurable en el tiempo.
Algunos pasos importantes a seguir para lograr el
éxito en la dieta son:
- Objetivos claros: entender
que tu meta real puede ir más allá que solo el cambio en la
composición corporal ¿qué lograrías al bajar de peso? Por
ejemplo, sentirte bien, tener más energía, mejorar tu autoestima, rendir mejor
en el deporte o el día a día, etc.) ¿Qué pasaría si el objetivo fuera sentirte mejor contigo
mismo/a? ¿qué pasaría si quisieras rendir más y descansar mejor? Por encima de
una dieta, mejor elige un estilo de vida y analiza bien tu motivación para el
cambio, porque de ahí sí puede venir el éxito o el fracaso.
- Autoconocimiento: identifica
las variables externas que influyen en tu relación con la comida y peso. Para algunos es la
rutina, su contexto laboral, hábitos alimenticios, relaciones sociales, etc. Además,
es importante considerar que, dependiendo de lo que se quiera lograr, el tiempo
es un factor relevante, sobre todo porque sin cambios de conductas,
difícilmente conseguirás resultados permanentes. Trata de manejar el estrés, dormir
mejor, preocuparte de tu bienestar físico y mental.
- Metas
realistas: establece objetivos que vayan acorde a tu cuerpo y
estatura, colocándote así metas a corto, mediano y largo plazo que sí puedas
cumplir sin reprimirte o afectar de la noche a la mañana tu ritmo de vida. Puedes
plantearte unas tres
metas a la vez y a plazos definidos que se ajusten a tu realidad.
- Ley del reemplazo: suprimir el dulce
tampoco es sano, la idea es sustituir las comidas nada saludables por unas que
sí lo sean. Por ejemplo: si después de comer quieres un postre, en vez de una
galleta o un chocolate busca una fruta, tendrás más sensación de saciedad y lo
mejor es que no tendrás culpa.
- Pequeños cambios: además de la
sustitución es importante que incluyas rutinas de ejercicio. No necesariamente
debes matarte en el gym, también puedes tener un día o establecer varios días
en los que pases menos tiempo sentado, camines distancias más largas, juegues
más con tus hijos o mascotas, subas escaleras en vez de ascensores y así
generar un cambio significativo.
- Equilibrio: “salirse
de la dieta” vez en cuando también es parte de una nueva vida saludable. Nada
es bueno del todo y nada es malo del todo. En este sentido irse a los extremos también es peligroso y
perjudicial. Lo ideal es mantener un equilibro entre lo que consumes y lo que
gastas para que tampoco te prives de todo a tu alrededor.
- Automonitoreo: para
llevar un control de tu progreso puedes tener a la mano aplicaciones para celulares que miden pasos
diarios, ingesta de agua, también ir sacándose fotos para objetivar los cambios
puede ayudar. Todo lo que te sume y te apoye a seguir trabajando, cuenta.
- Asesorarte
por un especialista: el profesional te recomendará un plan que
vaya
acorde a tu cuerpo, contextura, metabolismo y estilo de vida. Aplicándolo
correctamente comenzarás a ver cambios, pequeños pero
significativos, y lo más importante, que pueden ir cambiando la
estrategia de acuerdo al contexto del momento.
- Mantener en el tiempo: entendiendo que
existirán períodos mejores que otros, con mayor o menor motivación, siempre se
debe volver a empezar. De esta forma lo harás más enfocado y centrado en metas
reales.
En conclusión, la clave del éxito es impredecible, cada persona
amerita su propio tiempo, sus propios ejercicios y su propia comida, pero lo
importante acá es destacar que se necesitan tener razones de peso y paciencia
para romper el círculo vicioso en el que has estado por años.