Cuando pensamos en cuidar lo que comemos, inmediatamente se nos viene a la mente la alimentación saludable, las dietas y bajar de peso. Pero alimentarnos bien, a veces más que por una razón estética, puede ayudarnos a cuidar la salud de nuestro cuerpo y sobre todo, del corazón.
La modificación del estilo de vida constituye un aspecto clave para la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Los trastornos del corazón y vasos sanguíneos causan problemas como la cardiopatía coronaria, infartos cardiacos, enfermedad cerebrovascular (accidente cerebrovascular), hipertensión, arteriopatía periférica e insuficiencia cardíaca, entre otras. Sobre cómo cuidar la salud de nuestro corazón y minimizar los factores de riesgo, te contamos a continuación.
- Disminuye la ingesta de grasas saturadas. Las grasas saturadas propias de las carnes rojas, la grasa de la leche entera, cremas de repostería, mantequilla y las frituras suelen ser muy dañinas si las consumimos en abundancia. El exceso de colesterol (grasas saturadas) de estos alimentos va a las paredes de las arterias, contribuyendo al proceso de arteriosclerosis.
- Reduce el consumo de carbohidratos refinados (harinas blancas). Prefiere productos como pan, galletas y arroz integrales, ya que éstos contienen fibra, lo que otorga una sensación de mayor saciedad, beneficiando la salud cardiovascular.
- Reduce el consumo de sal. No sólo la consumimos a través de la que adicionamos directamente a nuestros alimentos, sino que el sodio se encuentra presente en la mayoría de los alimentos procesados que consumimos a diario.
La OMS recomienda recomienda consumir diariamente 2 gramos de sodios, equivalentes a 5 gramos de sal. Sin embargo, estudios indican que en Chile se consume de dos a tres veces más que esta cuota.
- Aumenta el consumo de pescados. El Omega-3, ácido graso esencial presente en pescados como la sardina, atún, jurel y salmón, es muy importante en la salud cardiovascular. Su consumo mejora los niveles de colesterol (HDL) y triglecéridos.
- Activa tu cuerpo. La actividad física es fundamental en la vida de todas las personas, independiente de tu edad y sexo. Se ha demostrado que el ejercicio físico regular puede reducir el riesgo de tener un infarto o morir por esta causa.
- Duerme bien. El descanso permite reponer energías y evita el consumo de estimulantes o exceso de cafeína para rendir durante el día, lo cual podría ser dañino en personas con enfermedad cardiovascular.
- Evita el alcohol y el tabaco. El tabaco reduce la cantidad de oxígeno en la sangre, estrecha y endurece la capa interna de las arterias, y hace que la presión arterial aumente. Un cigarrillo diario es suficiente para aumentar el riesgo de infarto cardiaco o cerebral.
Seguir estas recomendaciones te ayudará a prevenir, pero si tienes antecedentes familiares u otros factores de riesgo, siempre es mejor que visites a un especialista.