Entre quedarse sentada y salir a caminar, siempre es mejor la segunda opción. Ahora, si nuestro objetivo es quemar grasas o bajar de peso entonces no sólo basta con darle media hora al día, en ese caso la frecuencia cardiaca es relevante. “Para que una caminata tenga ese efecto tiene que ser entre moderada y rápida. Una forma fácil de medirlo es que sientas que mientras estás caminando no puedes mantener una conversación de corrido”, explica la nutrióloga del Centro de nutrición Benefit, Sofía Bennett.
Otra forma de medirlo es, al alcanzar cierto ritmo, medir las pulsaciones. Debemos estar en el 75% de la frecuencia cardiaca máxima. Esto se calcula de la siguiente forma: 220 – la edad y a ese resultado sacarle el 75%. Por ejemplo 220-33 (años)= 187. El 75% es 140. En este caso, si las pulsaciones por minuto son 140, entonces mi ritmo de caminata está siendo efectivo desde el punto de vista cardiovascular.
Un objetivo, un ritmo
Para las que les cuesta darse el tiempo de partir con un ejercicio, caminar es una muy buena opción si se realiza en los tiempos de traslado. “Eso es lo que siempre le recomendamos a nuestros pacientes. Que si les cuesta ir a un gimnasio o salir a hacer ejercicio, estacionen el auto más lejos y que caminen media hora para llegar al trabajo” dice Sofía.
En ese caso dependerá de lo que cada persona quiera lograr con este ejercicio, al ritmo que deba hacerlo: